viernes, 30 de agosto de 2013

¿Cómo vivir con felicidad mi trabajo mediante el logro de metas?

Pasamos muchas horas en el trabajo, pero a veces, quedamos exhaustos sin saber

realmente por qué. Esto afecta nuestro anímico, probablemente también nuestra relaciones sociales, y por qué no decirlo, también nuestra productividad.

Mucho se habla del estrés laboral, y cómo no, si es una de las patologías en salud mental, más presente en nuestro país y especialmente en nuestra capital.

Por otro lado, siempre estamos ideando nuevas alternativas y estrategias para hacer un uso más efectivo de nuestro tiempo para lograr hacer cada vez más cosas en nuestro día. Nos llenamos de agendas, listados de cosas-por-hacer, utilizamos medios electrónicos, incorporamos alarmas, colores y papeles para destacar lo importante v/s lo urgente … ¡ufff! Un sinfín de métodos para lograr las tan anheladas metas.

Sin embargo, al ir avanzando en nuestras tareas, aquellas pequeñas metas –que forman parte de proceso- parecieran desvanecerse en el aire, sin disfrutar de esa “acumulación de pequeños logros alcanzados”. La meta final siempre parece lejana; siempre es un desafío. Nunca es suficiente. Acumulamos estrés y cansancio en el proceso y dejamos de disfrutar lo que hacemos. Cada nuevo día parece peor que el anterior. Soñamos con nuestras vacaciones todo el año. Soñamos también con tener días que duren más de 24 horas porque el tiempo pareciera nunca ser suficiente.

La buena noticia es que sí podemos vivir con felicidad nuestro quehacer cotidiano, a través de disfrutar la sumatoria de metas en el proceso.

El sr. Alexander Kjerulf, uno de los grandes expositores de la felicidad en el trabajo a nivel mundial, nos invita a cambiar el foco e incorporar una sencilla práctica para alcanzar esta felicidad.

Nuestras “amadas y odiadas” listas de cosas-por-hacer, pueden ser muy útiles para no olvidar nada. Pero, ¿acaso no nos sentimos abrumados cuando es una lista de nunca acabar? Kjerulf, nos entrega una técnica de 3 pasos para revertir esta situación:

1.- Cambia tu lista de cosas-por-hacer por una que sea cosas-que-puedo-hacer. Esto permitirá focalizar los esfuerzos y alcanzar metas realistas cada día. Disminuirá tu sensación de frustración y aumentará la sensación de logro.

2.- Agrega todo lo que se hace a la lista. Añade en el proceso. Normalmente, nos proponemos realizar ciertas acciones durante el día, pero el factor sorpresa, la emergencia, la noticia de última minuto, las consultas de tus compañeros o tenderle la mano a otro, es algo que nos ocurre todo el tiempo, sacándonos de nuestra programación inicial. ¡Atención! Esto que hacemos “extra” es muy valioso y también forma parte de la cultura organizacional, el clima laboral y las metas globales de nuestra empresa. Añade estos elementos en la lista y verás que aquel cansancio normal que tienes al llegar a tu hogar, tiene una importante razón de ser.

3.- Una vez a la semana, observa la lista de lo que has hecho. Una de las mayores fuentes de felicidad en tu trabajo, es hacer cosas productivas y ver los resultados de tu esfuerzo.

Las tareas que tengamos que hacer, seguirán siendo las mismas. La diferencia está en dónde ponemos el foco para sentirnos felices.


Como ves, la solución es fácil. El desafío está en ponerlo en práctica. ¡Inténtalo con tu equipo y verás como todo cambia!

Los Tipos de Felicidad y el Desafío de Considerar a las Personas: ¿Dónde nos Situamos Para Construir Nuestra Empresa?

Desde la psicología positiva, se ha logrado establecer que existen distintos tipos de felicidad que dependen de diferentes focos de atención. Estos son: felicidad hedonista, felicidad ligada al ejercicio de una pasión y la felicidad que se relaciona con el sentido de nuestras vidas y nuestro quehacer. Esta va de la mano con el sentido de la trascendencia.
La primera, es decir, la hedonista, se relaciona con el placer y con la satisfacción inmediata, como podría ser consumir alimentos que nos parezcan deliciosos, como un buen asado, o también comprarse un buen auto.  Esta felicidad es fugaz, dura sólo un tiempo y luego se extingue.
La segunda, se relaciona con realizar tareas que nos apasionan, tanto así, que sentimos que el tiempo “pasa volando” cuando estamos inmersos en ellas (a esto se le ha llamado flow o fluir).
Por último, la tercera corresponde a aquella felicidad que guarda relación con la huella que queremos dejar en el mundo.

¿Dónde se encuentra usted? ¿Qué aspira para su empresa?
Por otro lado, y junto con esto, Carolyn M. Youssef, de la Bellevue University, habla acerca del Comportamiento Organizacional Positivo, en el que destaca 4 elementos claves:
-          Capital Económico, que refiere a lo que se tiene,
-          Capital Humano, que da cuenta de lo que sabes,
-          Capital Social, que tiene que ver con quién conoces,
y por último agrega:
-          Capital Psicológico, que corresponde a lo que eres y en lo que puedes convertirte.
Este último punto es central para pensar la felicidad relacionada con la trascendencia. En este sentido, consideraremos 4 nuevos puntos que desarrolla respecto del Capital Psicológico:
-          Eficacia
-          Esperanza
-          Optimismo
-          Resiliencia
La primera, implica tener la confianza para alcanzar el éxito. ¿tú y tu equipo verdaderamente lo creen?
La segunda, responde a tener la voluntad para lograrlo y el camino claro para hacerlo. Cabe preguntarse aquí si en tu empresa el trabajo tiene sentido para ti y los miembros de tu equipo. ¿Tienen todos clara la importancia de su trabajo para la totalidad de lo que hacen? De lo contrario, aunque exista un camino trazado bien claro (como la planificación estratégica), si no existe sentido en el quehacer, la voluntad de alcanzar las metas no será la que necesitamos para lograrlo.
La tercera, el optimismo, corresponde a que tengamos metas realistas y un modo de trabajo flexible. Esto permitirá que los trabajadores estén motivados con una meta que es posible de alcanzar de acuerdo a los recursos disponibles, y que el método, los horarios u otros elementos, tengan la suficiente flexibilidad para que tus trabajadores pongan en juego lo mejor de sí.
Por último, la resiliencia, es un elemento fundamental para lograr un equipo que sea capaz de sortear las dificultades y lograr una mejora continua. ¡No hay mejor escuela que los errores cometidos! Esta nos lleva a desarrollar al máximo nuestra creatividad para encontrar nuevas soluciones.
Si sumamos los elementos anteriores, podremos darnos cuenta que el capital psicológico es fundamental para construir una empresa compuesta por trabajadores que buscan la felicidad trascendente y que pueden alcanzarla mediante su trabajo, a través de las relaciones sociales que se crean en ese espacio, alcanzando metas comunes y sacando lo mejor de sí mismos para lograrlo.
Y tú, ¿qué empresa quieres construir?
  

La Felicidad al Interior de las Empresas: Productividad y Mucho Más

Se ha estado escuchando últimamente en los medios acerca del tema de la felicidad. Al parecer al fin hay una moda que nos es útil a todos.  Qué curioso como algo tan anhelado por todos y tan sencillo, ha sido tan desplazado en el tiempo. Nuestras prioridades, por años, han tomado un rumbo algo equivocado, y esto ha afectado nuestro bienestar, nuestras relaciones, nuestros anhelos… en fin, nuestras vidas.
Este modelo económico laboral, nos ha convencido que lo más importante es conseguir metas, que se traducen en dinero y bienes materiales. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que el dinero sólo permite llegar a un nivel de felicidad y que más dinero no es directamente proporcional con mayor felicidad.
En este nuevo movimiento social de la felicidad, ONG Psicólogos Voluntarios de Chile, ha tomado un rumbo quizás algo distinto, pero a la vez complementario. Nuestra propuesta se orienta  a la felicidad como el gran factor de desarrollo social de nuestro país. Y en las empresas, no sólo apuntando a la mayor producción (vital objetivo de toda empresa), sino también al rol que éstas tienen en la sociedad.
La vida laboral es donde pasamos la mayor parte de nuestras vidas, y por alguna razón, hemos hecho un enorme esfuerzo por separarlas de nuestra vida personal. Sin embargo, estás dos áreas de nuestra vida son indivisibles. Somos y nos definimos desde lo que hacemos. Es parte de nuestra identidad. Somos y vivimos de acuerdo a los que nos ocurre en el trabajo y en nuestra vida  más íntima, y ambos, a su vez, se afectan por uno o por otro.
¿Y si la empresa, pudiera ser parte y considerar estos elementos más íntimos (como la familia y el tiempo libre) como parte de sus estrategias para construir la empresa que realmente se necesita para los tiempos actuales?
Este pequeño artículo, sólo quiere invitarte a reflexionar en aquello que es realmente lo importante. ¡Súmate al movimiento más importante de los últimos tiempos! Todos ganamos cuando sonreímos.

Publicado en Newsletter N°7 Asexma el 19 de Julio de 2013 en http://asexma.cl/la-felicidad-al-interior-de-las-empresas-productividad-y-mucho-mas/