jueves, 26 de junio de 2014

¡Qué fácil ser feliz en el trabajo!

Ser feliz en tu trabajo no depende de lo que tienes sino de lo que haces.
No depende entonces de cuánto dinero ganas, o de qué títulos has logrado alcanzar (¡que vaya que muchas veces nos dan alegrías!) o de si tu puesto es “relativamente seguro”. Se trata de lo que haces para tener un buen ambiente, de cómo valoras a tus trabajadores o compañeros. Como te mueves en un espacio de respeto y colaboración. Cómo cuando trabajas, lo haces con sentido. Cómo disfrutas de lo que haces cada día. Cómo compartes ese gozo y ¡contagias a otros!
En reducidas cuentas, tiene que ver con tu propia motivación, lo que en psicología denominamos “motivación intrínseca”, que es aquello que te mueve desde dentro a hacer cosas. Lo contrario es la “motivación extrínseca” que implica que hay elementos externos que sirven de motivación (por ejemplo, los bonos). Con esto no quiero decir que lo externo sea malo. Por el contrario, muchas veces es bueno y útil, pero debemos tener claro que sólo moverá a las personas por un tiempo limitado. Lo más poderoso, es fortalecer la motivación interior. ¡Es la fuerza más transformadora y poderosa que existe!
Una persona motivada desde adentro, es capaz de muchas y grandes cosas. Por eso, si pensamos en la felicidad en el trabajo, debemos pensar primero qué es lo que nos mueve a estar en ese trabajo y no en otro. Luego, ver qué ocurre a nuestro alrededor y ver cómo eso aporta o disminuye la motivación. Puede ser que estés en tu trabajo soñado, pero que la relación con las personas sea desastrosa; o que tus jefes no te valoren, o que nunca nadie reconozca tu esfuerzo, entre otras. Te puedo asegurar que tu motivación interior sufrirá los daños.
De ahí que es importante que, si definimos entre todos los miembros de un equipo que efectivamente queremos ser felices en nuestro trabajo, porque eso nos alimenta por dentro y entramos en un círculo virtuoso, entonces tenemos que definir qué haremos para que eso ocurra. Ahí ya dependerá de la creatividad de cada equipo.
Algunas sugerencias: “el muro de las felicitaciones”. Haz público el buen desempeño de tu equipo. En papeles de colores y en un lugar visible, coloca felicitaciones por los pequeños grandes logros de tu jefe, pares o sub alternos. Otra alternativa es implementar un “calendario de fechas importantes”, que incluya los cumpleaños y algunas otras que sean de importancia para el equipo, y dense el tiempo de celebrarlas. No se necesitan grandes fiestas, basta con hacer algo distinto ese día. Lleva un “registro de imágenes de los buenos momentos” y ponlos en una pared. Tendrás de manera visible, un recordatorio de los momento alegres compartidos (siempre sirven para dar ánimos en los momentos más difíciles). Lleva en un espacio común el “cumplimiento de metas”. Que todos puedan ver que su esfuerzo rinde frutos.
                                            
                                                          
Estas sugerencias, y cualquier otra que se te pueda ocurrir, lo que busca es generar un espacio grato de trabajo, donde generamos un sentido de pertenencia y de sentido compartido.  Donde nos sentimos valorados y reconocidos como personas, todos elementos que alimentan la motivación interior.
¿Ves qué sencillo es?
Los seres humanos no necesitamos grandes cosas para ser felices. En todo contexto buscamos querer y ser queridos; o valorar y ser valorados. Cuando esto ocurre, es como si encendiéramos una fuerte y poderosa luz interior.
Ensaya y ve dónde te lleva.

Publicado el 26 de junio de 2014 en http://asexma.cl/que-facil-ser-feliz-en-el-trabajo/