Por alguna extraña razón, a estas alturas del año, lo único que
queremos es que el mes se acabe, como si por arte de magia, las cosas fueran a
ser distintas a partir del 1° de enero. Como si al gritar con fuerzas ¡feliz
año nuevo! Nuestro cansancio acumulado fuese a desaparecer y pudiésemos dar
vuelta la página y hacer borrón y cuenta nueva. Sí. A todos nos pasa.
Por otro lado, diciembre es también un mes algo confuso en cómo nos
predisponemos a vivirlo y cómo lo vivimos en realidad.
El espíritu de la Navidad, del amor y buenos deseos, comienzan a
inundar el ambiente (a unos los toca más que a otros, claro está) y generamos
distintas actividades para celebrarlo: la fiesta de fin de año, la navidad de
la empresa que incluye a la familia, y el ya tan instalado “amigo secreto”,
entre otras.
Sin embargo, estas instancias que hemos creado para disfrutar,
muchas veces terminan transformándose de una carga más; en una tarea más de
aquellas miles que tenemos, laboralmente, para cerrar el año, y dejamos de
disfrutar.
Te quiero invitar. A detenerte un momento… respira… profundo… y
observa.
Observa como este tiempo está para recordarnos aquellos elementos
positivos de nuestra rápida y acelerada vida cotidiana. Esa vida que muchas
veces nos automatiza en un quehacer que nunca acaba.
Detente. Observa. Recoge. Este año sin duda ha de tener más de algún
fantástico momento en el trabajo. Quizás el logro de una meta; el goce de hacer
lo que a uno le gusta; las bromas y cafés con los compañeros. Cada uno sabrá.
Observa como tu trabajo es mucho más que la suma de tareas. También
es un espacio de creación, de ejecución, de encuentro humano, de aprendizajes.
De momentos buenos y malos que permiten nuestro desarrollo.
En este último artículo del año, no quiero teorizar ni dar
“recetas”. Sólo quiero hacerte esta invitación a detenerte y observar. A que te
tomes un momento para volver a conectar con aquello que realmente importa. A
tomarte un minuto antes de retomar la locura de fin de año, pero ahora, con un
poquito más de fuerza, alegría y esperanza. Esperanza en la vida y sus
oportunidades.
De todo corazón les deseo, con toda mi alegría y esperanza, que
tengan unas maravillosas fiestas junto a sus familias y equipos de trabajo, y
que éstas alimenten el espíritu para continuar con nuestra tarea de hacer país
todos los días, uno que no dudo, construiremos más feliz.
Publicado en http://asexma.cl/felices-fiestas-o-felices-fiestas/ el 13 de dic de 2013.
Publicado en http://www.cetep.cl/web/?p=7196 el 02/12/2014
Publicado en http://www.cetep.cl/web/?p=7196 el 02/12/2014