domingo, 6 de octubre de 2013

¿Trabajadores con la camiseta puesta? ¡Fortalece sus vínculos!

Cuando pensamos en alcanzar metas (especialmente de productividad), solemos pensar que necesitamos un equipo “con la camiseta puesta” para lograrlo. Este pensamiento no deja de tener razón, pero ¿qué significa esto?
En artículos anteriores hemos hablado acerca de que todos logremos darle sentido a nuestro quehacer para vivir con felicidad nuestro trabajo cotidiano. Lo más probable es que si la empresa en la que trabajamos, sea grande, mediana o chica, nos ofrece un espacio de sentido, entonces tendremos trabajadores comprometidos.
Sin embargo, esto no es lo único que importa.
Los seres humanos somos seres sociales y por lo tanto, la asociatividad es un elemento central en nuestra vida. En términos simples, esto significa que las relaciones que creamos son de gran importancia para nuestro sentido de identidad, es decir, de quiénes somos.
De alguna manera, ¿no es acaso el “quiénes somos” de lo que hablamos cuando decimos “camiseta puesta”?
Las personas podemos comprometernos con ideas (o ideales). Seguro que sí. Pero más aún nos comprometemos con nosotros mismos y con los demás. Nos comprometemos así con personas.
En un momento de dificultad en nuestra empresa, probablemente esperaremos que todos “se pongan la camiseta”, pero ¡ojo! No es sólo la idea lo que nos compromete sino esta asociatividad, nuestro sentido de pertenencia orientado a un ideal o meta. No es un desafío personal, sino un desafío de todos, y alcanzarlo provoca una sensación de logro y dicha que fortalece la motivación. Ya no sólo con la empresa, sino con el equipo. No sólo con la idea sino con las personas. Y esto se trabaja, se construye, día a día. No podemos esperar una “camiseta puesta” de un momento a otro, si no hemos hecho el trabajo para que ello sea posible. Una de forma de lograrlo, es por ejemplo, reaccionar positivamente en los buenos momentos y ante pequeños logros (ya hemos hablado de esto también). Esto también fortalece los vínculos y dota de sentido y motivación lo que hacemos.
Veamos un ejemplo. Imagina un equipo de fútbol. Hay cientos de ellos. Elije el que más te guste. Su camiseta es lo más importante. Lo que motiva a los jugadores. Pero también lo es su equipo. Si pierde uno, pierden todos. Así también cuando se alcanza el logro. Piensa ahora en los seguidores del equipo. La camiseta y el sentido de pertenencia lo es todo. Es parte de su identidad. Es lo que son, cada día; no sólo cuando van al estadio. Y desde ahí están dispuestos a todos.
Si no sólo te importa la productividad sino la felicidad de tu equipo, no te pre-ocupes sino que OCÚPATE de fortalecer sus vínculos; promueve espacios para compartir; promueve las buenas prácticas entre compañeros. Estudios demuestran que hacer felices a otros aumenta nuestra felicidad personal.
En este tiempo de fiestas patrias, fortalezcamos nuestros vínculos, dotemos de sentido (un sentido compartido) nuestro quehacer y no olvidemos que cada día construimos Chile.
¡Muchas felicidades!

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