jueves, 10 de abril de 2014

¿Cómo brindar bienestar en contextos de emergencia?

A comienzos de este mes, nuevamente nos vimos afectados como país por un terremoto. El desastre, en cuanto a lo material, fue menor que lo que experimentamos el 2010. Sin embargo, el efecto que esto trae en nuestra salud mental es igualmente importante. 
Mucho hemos hablado aquí de la felicidad al interior de nuestras organizaciones. En esta oportunidad, no puedo dejar de tocar el tema de la emergencia en este espacio, siendo la felicidad o el bienestar un tema de fondo y transversal.
Probablemente, muchos de ustedes tendrán sus empresas en el norte, familia o amigos. Y todos nos hemos visto afectados de algún modo por esta crisis.
Una crisis, se entiende como aquello que genera un quiebre en la vida de las personas. En su cotidianeidad. Existen crisis normativas y no normativas. Las primeras, son las que corresponden a las del ciclo vital (como por ejemplo, la adolescencia), y las otras corresponden a las que acabamos de vivir, que resultan más bruscas e inesperadas.
Las crisis son también una oportunidad. Una nueva posibilidad de hacer y de construir todo de un modo distinto y ahí es donde las empresas juegan un rol fundamental en este proceso que ya ha comenzado: el de la reconstrucción social y emocional de las personas.
¿Pero cómo hacemos esto dentro del trabajo? ¿Es el lugar para hacerlo? ¿Las emociones correpsonden a este espacio?
Los seres humanos, pasamos gran parte de nuestras vidas en el trabajo. Crisis como la del terremoto, nos saca de nuestra vida cotidiana, afectando nuestra psiquis. Volver al trabajo, y en el caso de los niños volver al colegio, es un factor que ayuda a normalizar la vida cotidiana. Ahora bien, ¿cómo hacemos para acoger a quienes se encuentran afectados?
Primero, asumir que las personas pueden haberse afectado y empatizar con ellas. Entender así, que es posible que tengan reacciones poco habituales como estar más distraídos, con menor retención de información, quizás algo ensimismados o incluso algo agresivos. Éstas son respuestas normales ante situaciones anormales. Puede ocurrir también que presenten mayores molestias musculares (producto de la tensión), dolores de cabeza e indigestión, junto con dificultades para dormir, y por lo tanto, presentar un exceso de cansancio. (Para ver un detalle mayor de posibles síntomas, consulte nuestra cartilla de autoayuda en www.psicologosvoluntarios.cl). Esto es normal que se mantenga durante alrededor de 90 días, tiempo en el cual el malestar debería ir decreciendo. Si aumenta o permanece en el tiempo, la persona deberá consultar un médico y recibir la ayuda psicológica necesaria). ¡Esté atento a sus compañeros o trabajadores!
Permita un espacio íntimo para conversarlo. Que la persona logre sentir y percibir que cuenta con redes de apoyo. Si es necesario, flexibilice sus demandas de modo que la persona esté en condiciones de cumplir con lo que se le solicita. De lo contrario, generará más estrés y comenzará un círculo vicioso del cual será más difícil salir.
No está demás señalar, que existen distintos niveles de afectación. No sólo sufren las personas que se ven afectadas directamente por un evento crítico; también puede ocurrirle a familiares y amigos, intervinientes, personas que deberían haber estado en el lugar y no estuvieron, e inclusive, aquellas que se impactan por la información que reciben a través de los medios de comunicación. Por ello, se recomienda no exponerse demasiado a esta información. No minimice el malestar de la persona por no haber estado afectada directamente.
El lugar del trabajo es nuestro segundo hogar. Cuando nos encontramos afectados, especialmente en contextos de gran impacto como este, es bueno sentir que nos encontramos en lugares seguros, con gente que nos cuida y que valida lo que estamos sintiendo, por muy extraño que parezca.
Apoyándonos mutuamente, permitirá fortalecer más el espíritu de nuestro equipo, pues se fortalecerán las redes afectivas y la confianza entre las personas. Esto aportará al bienestar de la persona, su salud mental, y aunque hoy no se sienta alegre, también aportará a su felicidad mayor.
Publicado el 10 de Abril de 2014 en http://asexma.cl/psicologos-voluntarios/