jueves, 29 de mayo de 2014

La felicidad (realmente) en el trabajo


De la felicidad en el trabajo ya se ha comenzado a hablar con fuerza. En todas partes del mundo. En Chile, ya comenzado a formar parte de intervenciones de distintas consultoras. Ya es un tema del cual hacerse cargo. Pero ¡ojo! Hay quienes lo utilizan sólo como estrategia de marketing para seguir ofreciendo más de lo mismo en materia de recursos humanos y capacitaciones. Muchos de ellos, seguro lo hacen de buena fe, pero lo importante a tener en cuenta es ¿realmente existe un cambio de enfoque tras las intervenciones que nos ofrecen? ¿Es la persona lo más importante? ¿Nos atrevemos realmente a hablar de felicidad en el trabajo o ella está relegada al ámbito de lo privado?


La Psicología Positiva plantea que no sólo deben existir pensamientos positivos, sino también acciones positivas. Por lo tanto, “las ganas” de mejorar la calidad de vida laboral y la felicidad de los miembros de la organización, no bastan para alcanzarlo. Falta poner ¡manos a la obra!, y realmente aportar a la felicidad para que cada uno pueda florecer.

Martin Seligman, fundador de la Psicología Positiva, propone el modelo P.E.R.M.A. (por su sigla en inglés) para hacerlo. En español, apunta a 5 elementos que son: las emociones positivas, el compromiso, las relaciones sociales, el significado y el logro.
                                          

Lograr el equilibrio de estos elementos, permitiría alcanzar una mayor plenitud en la vida.

Ya hemos abordado algunos de estos elementos en artículos anteriores. Si no lo has visto o no lo recuerdas, puedes visitar www.pspilarzurita.blogspot.com.

Estos elementos, como podrás darte cuenta, forman parte de cualquier contexto en el que estemos inmersos y por tanto, no pueden quedar fuera del contexto laboral. Revisemos cada uno de ellos, basados en la propuesta explicativa de Maya Evia (Bolivia). Verás que lo conceptual, se vive mucho más sencillamente en la práctica.

Emociones positivas: son posibles de experimentar en un ambiente grato, ordenado, limpio (el orden exterior ayuda al orden interior), en el que también tenemos claro nuestro rol y funciones (no hay tanto espacio para la incertidumbre y la angustia) y en el que conocemos muy bien las “reglas del juego”; donde disfrutamos lo que hacemos; y ojalá podamos trabajar en equipo (las investigaciones han demostrado que las personas que trabajan en equipo, suelen ser más felices que aquellas que trabajan en solitario). ¡Atención! Depende de cada uno de nosotros que esto sea así. Aquellas cosas que no dependen de uno (como cuando hay que entregar un proyecto y aun falta la información de tu compañero; o cuando sale una reunión inesperada a último minuto de la tarde), enfréntalas con una actitud abierta a las emociones positivas (actitud relajada, distendida, que facilita la resolución, a pesar de lo serio que pueda ser el asunto en cuestión).

Compromiso: guarda relación con la energía que ponemos para lograr ciertas metas que pueden generarnos satisfacción y orgullo con lo realizado. Mientras más compromiso tengas con aquello que te motiva, más bienestar experimentarás (si la motivación no anda tan bien, chequea la razón. No te desanimes. La motivación puede desarrollarse).

Relaciones Sociales: acercarse más a los compañeros de trabajo, tanto desde lo laboral como desde lo personal. En el primer caso, hay que buscar relaciones que faciliten el beneficiarse mutuamente y puedan ambas partes potenciarse y lograr metas fijadas. En lo personal, busca espacios donde puedas preguntar realmente cómo está la otra persona (y no un saludo mecánico en el pasillo que, a veces, ni siquiera incluye miradas, y prácticamente nunca, conlleva una respuesta real sino un automático “bien ¿y tú?”); detente a escuchar a los demás; a la hora de almuerzo conversen de sus vidas, de sus hobbies, y no del trabajo; busquen espacios que les permitan relajarse. Estas son formas sencillas de lograr vínculos más fortalecidos.

Significado y sentido: hemos abordado esto antes. Pero en síntesis, es buscar esa pasión profunda en tí que te moviliza en la vida, y conectarlo con aquello que haces en lo cotidiano. Las acciones dejarán de ser mecánicas, y experimentarás mayor satisfacción en el proceso y no sólo al alcanzar la meta.

Logro: implica alcanzar la meta y disfrutarlo considerando el esfuerzo que hubo para conseguirlo. Reconocer el logro de los compañeros, aumenta considerablemente la motivación para buscar nuevos desafíos.

Recuerda siempre las 3D para que realmente haya felicidad en tu trabajo. Debes DECIDIRLO; entender que es DIFERENTE para cada persona y que, por lo tanto, no todos haremos las mismas acciones ni lo expresaremos del mismo modo; y que la actitud y conducta es algo que debemos realizar a DIARIO.

Por último, ten en cuenta que esta forma de vida va alimentando una suerte de “mochila de la felicidad” que nos servirá para disfrutar cada día, pero también nos servirá de sostén y fuerza en los tiempos no tan buenos.

Siembra cada día y cosecha siempre.

Publicado el 28 de Mayo de 2014 en http://asexma.cl/psicologos-voluntarios/